sábado, 28 de abril de 2012

Paideia Galiza Fundación - 2ª Edición del CONCURSO DE MAQUETAS JAZZ FUSSION MANS JAZZ FUSSION


EL PERIODISTA Y COMENTARISTA MUSICAL JUAN CLAUDIO CIFUENTES CIFU Y ROSALÍA MERA APUESTAN JUNTO CON FNAC POR UNA MAYOR PROYECCIÓN COMERCIAL DE ARTISTAS NOVELES DE JAZZ-FUSSION A NIVEL NACIONAL

2012-04-27



La segunda edición del concurso Jazz Fussion, promocionado por la Fundación Paideia y FNAC permitirá, a grupos noveles, a nivel nacional, dar a conocer sus maquetas

Con el nombre de JAZZ Fussion Concurso de Maquetas Musicales, la Fundación Paideia y FNAC, convocan el segundo concurso dirigido, a nivel nacional, para artistas noveles de jazz-fussion, donde se premiará la creatividad e innovación de maquetas inéditas.
Los artistas o grupos que participen no podrán tener editado ni distribuido comercialmente ningún trabajo. Cada participante deberá subir a la web www.factoria.fnac.es una maqueta con tres canciones en un archivo MP3 máximo de 20MB.

El jurado estará compuesto por personas de reconocido prestigio, entre otros se cuenta con la presencia de Juan Caludio Cifuentes “Cifu”, Periodista, historiador y comentarista musical, Nonito Pereira, comentarista musical y la propia Presidenta de la Fundación Paideia, Rosalía Mera, quien actuará también como Presidenta del concurso.

Todas las maquetas que se presenten, desde cualquier punto del territorio español, no podrán haber sido editadas con anterioridad y serán sometidas a control, por parte de técnicos de FNAC, antes de ser audibles en la web diseñada al efecto. Explica el Director de Proyectos de Paideia, Guillermo Vergara.
Las maquetas se presentarán directamente a través de Internet mediante la aplicación destinada al efecto en el microsite www.factoria.fnac.es. La presentación de maquetas se llevará a cabo desde el 22 de junio de 2012 a las 00:00 horas hasta las 24:00 horas del 08 de julio de 2012, según la hora del servidor. No se aceptará ninguna maqueta enviada fuera de plazo.

Los Premios: sistema de votación libre
El concurso contempla dos premios, uno del jurado y otro del público. El grupo en quien recaiga la distinción del jurado tendrá derecho a la grabación de un CD, con la edición de 1000 copias, en el Estudio de Grabación MANS en A Coruña. Así mismo, Fnac aporta 1500 € para los gastos derivados de una gira de actuaciones en directo por aquellos centros FNAC que elijan. Las actuaciones del grupo estarán integradas en las programaciones culturales de los fórums de las propias tiendas FNAC. El alojamiento y transporte durante el proceso de grabación en A Coruña estará cubierto por la red de turismo rural RURALOVER.

El premio del público consistirá en una votación libre que comenzará a las 00:00 horas del día 9 de julio. Sólo se permitirá un voto por maqueta por usuario y día, pudiendo un usuario votar diferentes maquetas. La votación concluirá a las 24:00 horas del día 22 de julio. El grupo ganador del público tendrá derecho a la grabación de un CD con 500 copias en el Estudio MANS, al mismo tiempo que tendrá la posibilidad de realizar una actuación en directo en una tienda FNAC de España que elija. La logística y transporte durante la grabación del disco, es nuevamente aportación de la Red de Turismo gallega RURALOVER.

El resultado final se conocerá el 26 de julio.


Grupos premiados en la I edición
Durante el acto el grupo gallego Marosa Jazz Porject, de Burela, premio del público en la I edición recoge de manos de la Presidenta del Jurado, Rosalía Mera los 500 Cd editados. El premio del jurado fue para el grupo madrileño KB Connection con 1000 Cds editados y 1.500€.
http://www.paideia.es/magazine/public/manager.php?p=FichaNoticia&id=456http://www.paideia.es/magazine/public/manager.php?p=FichaNoticia&id=456

viernes, 27 de abril de 2012

El Cifu: “Con el jazz tuvimos, como en todo, un retraso de 40 años con respecto a toda Europa”




Juan Claudio Cifuentes, El Cifu: “Con el jazz tuvimos, como en todo, un retraso de 40 años con respecto a toda Europa”

Marta Ramón divendres

Es uno de los emblemas del jazz en España, tanto por edad como por experiencia. Su voz ha contado la historia de este género desde hace más de cuarenta años a través de la radio, la tele y el papel. E inevitablemente, él ya forma parte del relato.


Le encanta hablar. Es incansable. El bigotillo blanco que le pinta el labio habla con él. Incluso ya, de tanto escuchar, tiene swing. Está mayor, pero lo disimula muy bien. Y es que la voz y el carácter son los mismos que cuando era barba morena lo que tenía, y también pelo. El Cifu se acaba de ventilar casi dos horas de conferencia sobre los trompetistas de la historia del jazz y todavía le queda lengua: "me aficioné al jazz porque de pequeñito, con nueve o diez años, había un programa de jazz en la radio que yo escuché un día y me hizo gracia. Ya sabes, cuando oyes algo que te gusta, que te engancha y todas las semanas sintonizas". Así, uno se lo supone como al niño de Días de radio (Woody Allen, 1987), con el bicho siempre en marcha de aquí para allá.

El París de los años cuarenta lo vio nacer y le llovió jazz. Sus padres tenían un gramófono antiguo en casa, lo recuerda haciendo una demostración de la escena de infancia dándole vueltas a una manivela imaginaria. Su padrino sabía que quería escuchar discos y a los once le hizo el regalo que detonaría las horas y horas de jazz que muchos disfrutarían después a través de él: "me regaló lo que entonces se llamaba electrophone, como una maleta con dos botones. Venía con un disco de jazz, la banda sonora de la película la historia de Glenn Miller que protagonizaba James Stewart. Todos los grandes éxitos de Glenn Miller... me lo escuché cerca de cuatro millones de veces, porque no tenía otro, hasta que me lo sabía de memoria al revés".

Juan Claudio Cifuentes habla de aquellos años como si poco tiempo hubiera pasado. Porque él es joven. Igual que cuando hacía sus primeros pinitos sentado en la batería de un grupo de Dixieland. Toma pose, abre un poco las piernas y simula una pauta rítmica- "tun cutun tun cu tucu cutun"-. Iban a tocar a los bailes de fin de curso con el liceo de chicas y no es que fuera específicamente maravilloso, según dice, pero algo hacía. Allí aprendería a tocar la batería y a ser el galán que es. El Cifu es un caballero menudo y resultón cuando va vestido de negro. Se adelanta unos pasos para abrir la puerta y se dirige a ti con un amable 'señorita' que intercambia de vez en cuando por tu nombre bien aprendido para demostrar que te tiene en cuenta. También sabe cómo piropear de forma simpática. El Cifu es un chaval.

"En Francia se podía alquilar un instrumento, ibas a una casa de instrumentos musicales, pagabas un depósito al mes. Yo tenía la batería alquilada. Pero, claro, llegué a España y se acabó el tema. Llegué aquí, fui a una tienda de música en Madrid y les pregunté '¿alquilan ustedes baterías?' y me miraron como si fuera un extraterrestre porque no sabían lo que era eso. Y me dijeron 'no, si usted quiere una batería tiene que comprarla'. Bueno, en el año 61 30.000 pelas era un dinero que yo no iba a ver en años. Así que imposible", se desprende la desilusión que todavía le genera ese recuerdo, un sentimiento que sabe todo músico que ha de pasar un tiempo sin tocar. La indignación de Cifuentes está ahora asumida como anécdota, aunque el eco que resuena en la risilla con la que explica aquel Madrid de los años 60 da a entender que en su día estuvo jodido: "en la Facultad pregunté si había actividades musicales, porque en Francia en la Facultad de Derecho- en la que hice un curso antes de venir a España- había una orquesta de jazz. Y me dijeron 'sí, sí, hay actividades musicales, ahí al fondo del pasillo a la derecha'. Abrí la puerta y era la tuna. Aquello fue la segunda frustración de lo que podría haber sido mi carrera de músico".

Pero Cifuentes, presumiblemente tozudo y persistente, necesitaba jazz y finalmente consiguió enterarse de que en el barrio Salamanca había un club: "me dijeron del Whiskey Jazz Club e inmediatamente busqué dónde estaba. Allí me encontré con Tete Montoliu. Aquella noche me hice amigo de Tete para siempre. Y así, bueno, por lo menos tenía jazz. Venía gente maja".

Al recordar aquellos años de la nada le suben los colores y su indignación se torna ácida: "en la década de los 60 y 70 aquí hablar de jazz era hablar solamente de Tete Montoliu y de Pedro Iturralde, y punto. Y alguno más que había en Barcelona por ahí suelto. No había un colectivo de músicos de jazz en España". Hay cierto enfado en su tono, como el de quien se tiene que tragar los errores de otros: "no hubo jazz hasta el año 85. Tuvimos, como siempre, con respecto a toda Europa un retraso de 40 años. Porque en el año 45 en Francia, Italia, en Inglaterra se empezó a tocar jazz después de la guerra. Había orquestas de jazz. Y en España en el 45 olvídate del jazz: la copla, los coros y danzas del franquismo".

Tose. Se disculpa. Saca una botellita de agua del bolsillo interno de la chaqueta. Hace calor, pero no se la quita. Tose otra vez, pero no perdonará el cigarro al salir a la calle. Como experimentado locutor que es retoma el hilo al vuelo: "¿Por qué te he dicho el año 85? Yo recuerdo haber visto en el Palacio de Deportes de Madrid un grupo que venía capitaneado por el guitarrista valenciano Carlos Gonzálbez, con tres chicos que yo no sabía quiénes eran, uno era Ramón Cardo, el otro era Perico Sambeat y el otro era Eladio Reinón. Y me quedé a cuadros diciendo '¡andáa, y estos tíos tocan y todo, y además bien'. Entonces empecé a darme cuenta de que todos los años aparecía gente nueva. Chano Domínguez, Iñaki Salvador, Albert Bover... Y bueno, tuve que empezar a hacer ejercicios de memoria para aprenderme los nombres de un montón de tíos que empezaron. Porque a partir del 85, cuarenta años después, empezamos a crear un colectivo de músicos de jazz que ahora es importante". Ahora ya le cambia la expresión de una cara sin arrugas que cede terreno al orgullo: "de todas las escuelas de música de España todos los años salen promociones de chavales que tocan un mazo, pero mucho". Porque El Cifu es joven y por eso puede decir mazo.

Se le ve suelto al chico septuagenario. Se explaya sin vacilar, sin dar rodeos. Quizá sea porque tiene cierta autoridad ganada por una larga carrera profesional, o quizá porque siempre ha sido así de claro. El Cifu, cuando habla, se muestra honesto y se desentiende de tapujos aunque toque un tema que pueda herir ciertas sensibilidades: "la escena es catalana, Madrid siempre ha estado muy por detrás. Barcelona ha sido siempre la gran abanderada del jazz en este país desde los años treinta, de antes de la guerra. Barcelona siempre ha estado a millas por delante de Madrid desde el punto de vista de clubes, organización, festivales. Y ha tenido más atención a ciertas cosas culturales. Los clubs de Madrid contratan a músicos de fuera porque atrae gente, y los músicos de allí están pasándolo mal. Tienen bolos dispersos por otras ciudades, es patético".

La voz del jazz en España cuenta que conseguimos meter la nariz en Europa cuando Chano Domínguez se alzó como uno de los grandes, al ir a París, a Nueva York, cuando Marsalis lo invitó a tocar: "ahí la gente empezó a darse cuenta de que España tiene músicos que funcionan. Como Perico Sambeat que va a París o Londres y los clubes le abren las puertas porque saben perfectamente lo bueno que es".

Ya se alinearon los relojes. Ya tenemos músicos. Escuelas. Jazz. Y un 'pero' gigante: "hay un colectivo de músicos de jazz buenísimo con el gravísimo problema. Decimos qué bien, cuántos chicos y qué bien tocan, y se ve que están bien preparados, pero llega la pregunta del millón '¿y dónde tocan?'. Porque dime tú a mí, en una zona como esta, que músicos hay unos cuantos, se tienen que ir fuera porque aquí hay, un par de clubs, el Jimmy Glass, y el Mercedes. ¿Y qué más? ¿Con esto vas a dar de comer a todos los músicos valencianos de jazz que hay? Se van a Barcelona, Madrid, a otro sitio. O acaban tocando en otras cosas".cifuEl Cifu en Jazz entre amigos.

El tono serio se mezcla con la incredulidad al intentar resolver la pregunta de por qué no se ha conseguido consolidar un circuito estable de jazz que conecte toda la escena española: "se está intentando desde hace años pero no se pone nadie de acuerdo. Si hubiese un circuito donde se juntaran a lo largo y ancho del país unos cuarenta o cincuenta locales.... uno en cada provincia, por lo menos, como el Café España de Valladolid o el Café Latino de Ourense, Dado Dadá de Santiago de Compostela, clubs de Barcelona, de aquí de Valencia, Sevilla, Málaga... Haces un circuito con unas personas que están de acuerdo en ser miembros y te viene un grupo y le dices que tiene una gira de 50 bolos. Pero que se comprometan los clubes, efectivamente, a contratar a esos grupos. Se ha intentado y no hay manera, no sé qué pasa, que no funciona". Aunque tampoco hay que redimirse de toda responsabilidad: "los propios músicos españoles tampoco se esfuerzan mucho, y te lo reconocen, que la culpa algunas veces es de ellos, que no se preocupan en promocionarse. De momento están en a ver cómo pueden sacar un bolo aquí, otro allí. Que no es para tirar cohetes".

¿Y las instituciones, qué pasa con ellas? Con esta palabra se le aprieta la tuerca al Cifu y no se corta un pelo: "a las instituciones les importa un carajo la cultura. Y con los que están ahora, perdóname, menos todavía. La cultura no interesa, y menos a la derecha, entre otras cosas porque si la gente se cultiva y piensa, es malo. Más vale que no piensen. Las instituciones, pero muy mal. La atención a la cultura que tiene este país es absolutamente nefasta, inexistente y vergonzosa". Se calla, deja unos segundos y añade: "las instituciones cero, aunque hay excepciones. El Ayuntamiento de Xàbea, por ejemplo, patrocina su festival de jazz todos los meses de agosto con dos narices". Aplaude y levanta un poco el culillo de la silla. Dice que es una ovación cerrada. Y es que el Cifu tiene guasa.

Aunque se le conoce por su faceta mediática, Juan Claudio Cifuentes estuvo durante diecinueve años dentro del embudo discográfico: "hice lo que pude para que me dejaran sacar discos de jazz, cosa que era difícil porque los propios dueños de esas compañías- estamos hablando de compañías españolas como Hispabox o Movieplay en donde estuve de director internacional- no los conocían. El jefe de ventas te decía 'es que el jazz no se vende' y yo le decía 'no, el que no sabes vender jazz eres tú'. Era la gran discusión". Este peleón del jazz todavía se cabrea un poco al recordar aquellos días: "te dejaban sacar un disco al mes. Ya te digo, en aquella época había desconfianza absoluta del potencial del jazz como música vendible porque no se esforzaban. Llegaba el jefe de ventas a la tienda de discos y decía 'Karina, ponme 200, Perales... Y este, jazz, de ese ponme dos'. El de la tienda de discos no tiene ni idea, cosa que debía suplir el vendedor diciendo '¿no conoces a este músico? Es un pianista acojonante'. Pero eso no lo hacían porque el vendedor no tenía tampoco ni puta idea del jazz, entonces estamos hablando de coger un disco ponerlo ahí y si alguien pasa, un aficionado loco, dice '¡wow!', lo coge y lo compra. Y a lo mejor no reponían. Vergonzoso".

Ha vivido de la música sin ser músico. Ha amado el jazz, y sigue haciéndolo, como cualquier músico. Jazz porque sí es su metonímico estandarte, porque él es el programa. Cuarenta años hace ya desde que encendió el micro. Ahora se recrea, también, en A todo Jazz de Radio3. Y, aunque la tele estuvo bien en su día, no le acaba de convencer. Queda algo de resentimiento por la desaparición sin previo aviso del mítico programa de TVE2, Jazz entre amigos que tuvo siete años de fiel audiencia: "me quedo con la radio. La tele estuvo bien en su momento, pero ahora es impensable, con esto del share. Se terminó en el 92 cuando llegaron las privadas, alguien pensó que había que hacer una limpieza... En la radio, mal que bien, se puede seguir, como Radio Clásica tiene ese sentido de la eternidad... yo estoy en Radio Clásica como un marciano. Yo y el de flamenco. Los dos raritos. Los demás son todos Bach,Mozart, Mahler, Schubert... Y bueno, estando ahí, como no molestas, te van cambiando de día, de hora... pero ahí estás".

Ahí está él para seguir ejerciendo una importante labor didáctica. Se lo dicen muchas veces: "si yo estoy en esto es por ti". La satisfacción se dibuja tremenda porque lo ha hecho a su manera durante toda la vida. Porque El Cifu es un joven con estilo y temperamento, de principios nítidos, a quien le gusta el calor de la cercanía y pasa de las grandilocuencias de los premios de renombre: "el reconocimiento del otro día en Vitoria fue bastante más emotivo, y lo dije así, agradeciendo el homenaje que me dieron. Me emocioné. Cosa que no pasó cuando me dieron el Ondas. Para mí fue una entrega radiofónicamente técnica. La Cadena Ser, Palau de la Música, traje y corbata, locutores: sales ahí, das las gracias, y te llevas el trofeo. Lo de Vitoria fue en familia, los amigos, vino gente del pueblo donde suelo veranear... Me sentí bastante más emocionado".
 1239732598174En la actualidad conduce Jazz porque sí. RNE
Arquea las manos, busca la paridad de los dedos y empieza a juntar y separar las yemas, se nota que esto es lo que menos le gusta contar desde que empezó la conversación: "tampoco quiero hablar de ello, estoy encantado, honrado y emocionado de que me hagan esto por mi trabajo. Se agradece pensar que no ha sido inútil del todo el tema, porque lo haces sin darte cuenta de que vas dejando semillas. Me escribe un chaval de 13 años que estudia saxofón y me dice 'me gustaría que usted me aconsejara'. Es muy bonito eso. Merece la pena seguir si eso es así".

Le suena el móvil. Muy corporativo él, lleva Milestones- sintonía de Jazz porque sí-. Calla la trompeta, contesta rápido para decir que ya está casi, que ya bajamos. Que El Cifu es un hombre cortés y habla de 'nosotros', no de 'yo'. Continúa diciendo que nunca ha querido que lo califiquen de crítico porque sólo pone lo que le gusta: "Si hay algo que no me gusta, no lo pongo. ¿Pues qué soy? Comentarista. Eso es lo que quiero que escribas".

Aunque Juan Claudio Cifuentes sepa lo que pasa en el mundo del jazz de hoy y lo beba cada día, se decanta de forma no confesa por la gloria de la primera mitad del S.XX. Y no lo dice claramente, pero no es difícil de intuir a través de sus palabras que para él un tiempo pasado fue mejor: "hay veces que no lo entiendo, o no estoy de acuerdo, lo que no quiere decir que yo no reconozca que el tío es un músico como la copa de un pino, pero lo que toca no me emociona. Hay tíos que hacen cosas muy raras, o que para mí son muy raras. A lo mejor es mi problema".

¿Por ejemplo? Cifuentes saca un hombre al instante, no le hace falta pensar: "Jan Garbarek. Sí, es un saxofonista acojonante, toca bonito, una técnica que te mueres y tralará. Pero te puedo decir que no lo soporto. ¿Por qué? En el último concierto de Garbarek me dormí en el hombro de mi vecino. ¡¡¡Un aburrimiento!!! Para mí, porque había gente que decía 'ah, ¡qué bonito! ¡Qué concierto!'. Y yo pensaba '¿has entendido algo?'. No lo sé, igual soy yo el que no entiende, y probablemente sea mía la culpa".

El gusto de Cifu conecta directamente con las sensaciones. Dice que le da igual la técnica, que necesita que le den un soplo directo de entusiasmo. Que tengan gracia, como aquel primerizo Miles Davis al que tocando con Parker "se le resbalaban los pistones". Lo que capta la atención y el alma de Cifu es todo lo que consiga tocarle la fibra sensible. Empieza un leve balanceo y dice que lo principal es el swing: "que sea de lo que cuando tú estés escuchando estés haciendo así¬- baila- con el pie o con la cabeza. Si no, olvídate. Si es encefalograma plano yo no comulgo. Necesito el punto de pensar que no hay quién aguante sentado, y te pones de pie y empiezas a moverte". Sí, tiene muy presente el sentido del swing, por eso sus niñas bonitas son las grandes Big Band de todos los tiempos: Duke Ellington, Count Basie y Woody Herman. "Esas tres no me las quita nadie de la cabeza", y mira por encima de las gafas como diciendo 'de aquí no me muevo'.

Cifuentes no puede evitarlo, se emociona, podría echarle unas cuantas horas al tema, pero ya es tarde. Se levanta airoso de la silla, como si estuviera oyendo la orquesta de Count Bassie de fondo, y se prepara, apuesto, para la foto. Ahí está, delgadillo polvorín. El hombre que apuntala con desenvuelto acento inglés el nombre de cada jazzman. Que tararea solos con fechas exactas de memoria. Que improvisa de palabra. Ahí está, un adolescente loco por continuar persiguiendo las faldas del jazz.

miércoles, 18 de abril de 2012

La voz del jazz


"A veces, las ondas se hacen carne. Y ayer, en una nueva entrega de la didáctico-musical propuesta de Ondas de Jazz, se hicieron carne de tributo. Juan Claudio Cifuentes Cifu, voz del jazz radiofónico estatal, letra de sus más completos ensayos y archivos literarios, promotor de la llegada de muchos de sus artistas al catálogo peninsular, fue homenajeado por el ciclo y recibió de manos del alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, su Makila de Honor. Combos de Luis Aramburu y Jesús Guridi, mostrando el relevo del género, pusieron la música.
Foto: alex larretxi


http://www.noticiasdealava.com/2012/04/18/ocio-y-cultura/cultura/la-voz-del-jazz "


Y a título personal quiero decir que estoy emocionado por tanto cariño recibido y muy agradecido.

A los fans deciros que sois de lo que no hay y que solo por eso merece la pena seguir otros 40 años!

sábado, 14 de abril de 2012

Carantoñas para 'Cifu'



El mítico especialista de jazz radiofónico recibe el martes el homenaje de jazzargia

Ondas de Jazz recibe en Jesús Guridi a Juan Claudio Cifuentes, al que el alcalde entregará la Makila de Honor

David mangana - Sábado, 14 de Abril de 2012

Vitoria. "Besos, abrazos, carantoñas y achuchones múltiples para todos y todas". Quien conoce esta frase conoce a Cifu, la voz del jazz estatal, el frontman hertziano -antes, cuando el jazz enganchaba, también catódico- del género, que el martes a las 19.00 recibirá el homenaje de Ondas de Jazz -entrega de Makila de Honor por parte del alcalde Javier Maroto incluida- en su cita musical y didáctica del conservatorio de música Jesús Guridi.

Juan Claudio Cifuentes (París, 1941) es un crítico musical especializado en jazz. Es el crítico. Tras su ingreso en la universidad, donde el único grupo musical era la tuna, decide consolarse escribiendo artículos para la legendaria -y difunta- revista Aria Jazz. Pronto se transforma en coleccionista de Historia del Jazz, comenzando a dar charlas con audiciones en centros educativos, y, a mediados de los 60, entra a trabajar en la industria discográfica, donde permanece dos décadas prestando servicios en Hispavox, Acción, Movieplay y Fonomusic. Impulsó numerosos lanzamientos en el mercado estatal, firmando muchos textos de contraportadas.

En 1971, se introduce en las ondas a través de Radio Popular-FM, y desde entonces mantiene su programa Jazz Porque Sí, que el año pasado cumplió cuarenta años de actividad desde los micrófonos de Radio España (1974-1982), Antena 3 de Radio (1982-1987), Cadena 100 (1987-1998) y, desde 1998, de Radio Clásica, cuatro horas semanales. En RNE impulsó un segundo programa de una hora, A Todo Jazz, que Radio 3 emite sábados y domingos.

En 1984, TVE le ofreció escribir y presentar un programa de jazz. Nacía Jazz Entre Amigos, que se mantuvo, con carácter semanal durante más de siete años con una sólida audiencia, y fue retirado por motivos aún no aclarados. En 1994, la Sociedad de Autores le encargó la Guía Profesional del Jazz en España, anuario con el censo de músicos, clubes, escuelas, managers, festivales... Cifu tradujo y adaptó, además, el libro Los Grandes Creadores del Jazz, de los críticos franceses Arnauld y Chesnel, y coordinó la colección de fascículos y discos El Gran Jazz, que también se publicó en Argentina, México, Brasil, Chile, Polonia o Italia. En 2000-2001 fue nombrado miembro del Comité Asesor de la Orquesta Joven de Jazz Europea, cuyo presidente es el contrabajista danés Eric Moseholm, que pone en pie cada verano, para una gira europea de tres semanas, una big band de veinte jóvenes jazzmen -no suelen pasar de los 25 años- continentales.

En noviembre de 2003, Jazz Porque Sí recibió el Premio de Honor de la Bienal SGAE de Jazz Tete Montoliu, y en marzo de 2006 el club de jazz Bogui le dedicó una semana de actuaciones especiales. Tras cuarenta años de trabajo divulgativo, Cifu fue galardonado el pasado año en los Premios Ondas con el Premio Especial del Jurado, y apareció en el documental Jazz en España para la cadena Canal de Historia.

Ondas de Jazz no se olvida el martes de la música, con una jornada, presentada por David Gotxicoa, en la que otro periodista radiofónico, Pedro Espinosa, será el invitado. Las notas correrán a cargo de cuatro combos de la Escuela de Música Luis Aramburu y -en el año de la apertura de la asignatura de Jazz del conservatorio- de sus dos formaciones, la Guridi Txiki Big Band y la Guridi Big Band.

Míticas son las adictivas parrafadas de Cifu sobre jazz, conectando anécdotas y datos sobre el género que van más allá de lo exhaustivo. Puede saber qué cenaron los músicos del Kind of blue, a quién le sentó mal el segundo plato y quién era el maitre del local aquella noche. Es un apasionado, algo muy conveniente en el medio radiofónico. En cualquier medio... Quienes quieran escuchar en vivo las reflexiones del Cifu, además de su gran hit Besos, abrazos, carantoñas y achuchones múltiples para todos y todas, sólo tienen que pasarse por Jesús Guridi el martes. La antena toma el escenario con el gurú del jazz.



http://www.noticiasdealava.com/2012/04/14/ocio-y-cultura/carantonas-para-39cifu39

miércoles, 11 de abril de 2012

Homenaje a Juan Claudio Cifuentes “Cifu”



El próximo día 17 de abril, la Asociación Cultural y Musical Jazzargia, dentro de la quinta audición de “Ondas de Jazz en la Ciudad”, homenajeará al considerado padre periodístico y radiofónico del jazz en España y, premio especial del jurado a toda una trayectoria “Ondas 2010”. Juan Claudio Cifuentes “Cifu”.

Datos de la quinta audición:

Día: 17 de abril de 2012
Hora: 19:00 horas
Lugar: Conservatorio “Jesús Guridi” de Vitoria-Gasteiz
Invitado Especial: Pedro Espinosa (Radio Vitoria EITB)

(Entrada completamente gratuita.Hasta completar aforo)
(Se retransmitirá en directo a través de la página www.jazzargia.com)


El Alcalde de Vitoria-Gasteiz, Javier Maroto, será quién entregue la “Makila de Honor” a Juan Claudio Cifuentes “Cifu” ...

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